Hortaleza es un barrio de la periferia de Madrid, obrero en su origen y marcado por el paro juvenil.
De ahí son los Porretas. Los Porretas son el espíritu de una cultura de barrio que encuentra en la música el mejor o casi el único vehículo de expresión propia, de una forma de vida, de un lenguaje y unas costumbres que ocupan el sustrato más bajo, y por ello tal vez el más sólido, de la vida social española.
Orgullosos de sus orígenes, se expresan sin dobleces ni ambigüedades, a las claras, y no maquillan su lenguaje ni sus dejes callejeros y madrileños con pomada de cultura fina. Siempre con alguna que otra cerveza de por medio y a lo mejor unos canutos para inspirarse.
Los Porretas llevan haciendo su rock en el límite con resonancias punk desde 1985, aunque no se dieron a conocer hasta comienzos de los noventa a través de una recopilación de grupos de su barrio fruto de un certamen que ganaron.
Al principio eran sólo Rober a la guitarra y Pajarillo al bajo y la voz, pero pronto se les sumaron José Cobela, “el BODE”, segunda guitarra y coros,y Luis a la batería. Entonces la crítica les calificaba de punkies, o sea, en la imagen de entonces, de trasnochados. En realidad, ellos trasladaban a sus composiciones gustos compartidos que iban del heavy de Judas Priest al punk de la Polla Récords pasando por el reviva celta y la tradición española de Barón Rojo y Leño. Y gustaban entre el público avispado de los barrios madrileños, como se puso de manifiesto ya en 1990 cuando hicieron de teloneros de “Esturión” y crearon expectación como si fueran cabeza de cartel.
Se estrenan con “Que se vayan a hacer puñetas” (1991, Barrabás) un trabajo que es toda una declaración de principios y la primera expresión de un sonido definido.Grabado en Musigrama (Madrid) y producido por Mariano García,el disco no vende mucho y deja entrever influencias que aún no han cuajado del todo, pero lleva ya el sello de la “bodega” del grupo en lo tocante a los contenidos y el espíritu: los Porretas se afianzan desde sus comienzos como una banda que observa el mundo desde el bar de barrio, y que no distingue entre su propia biografía y su mensaje.Beber, fumar, ir de marcha y tocar y componer son casi una misma cosa, actividades intercambiables o inseparables.
“Si nos dejáis”, (1992, Barrabás) ve la luz no mucho tiempo después, tras meses de composición y ensayos. Grabado en Musigrama (Madrid) en apenas quince días y producido por Mariano García, el disco cuenta con el apoyo en controles de Rafa J. Vegas, bajista de Rosendo, lo cual se traduce en que unos medios más escasos logran un producto de más calidad.
La línea “punk´n´roll” se mantiene y se hace más patente la tralla guitarrera apoyada en tableteos del bajo y sentenciada por una potente base rítmica. La espontaneidad que se busca en la música se repite en los contenidos, orientados hacia los problemas de la calle y dirigidos a la gente de la calle, a la gente como ellos.
El disco sigue sin gustar a la crítica, pero en cambio se reconoce que los Porretas son capaces de transmitir cada vez mejor y de forma simpática un mensaje que suena auténtico y que motiva mucho en directo. Los dos singles del disco, “La tía María” y “Si nos dejáis”, hacen estragos entre los chavales de barrio con los que comparten la afición por las juergas cerveceras y los canutos, aunque al grupo le gusta recordar que su nombre “Porretas” procede de un serial radiofónico, no de una inclinación en los hábitos de consumo.
En 1993 su rock gamberro sale de Hortaleza, “el barrio de los porros y las cervezas”. Para en su tercer disco fichar con una multinacional, en la que confían porque parece apostar por valores con visión de futuro. “Ultima generación” (1993, RCA) es el trabajo que eleva a los Porretas a un puesto por derecho propio en el elenco de nuevos grupos de rock nacional que están haciendo su ajuste de cuentas con el heavy artificioso y ombliguista de los años ochenta. La propuesta de los de Hortaleza, producida en los estudios Quarzo por José Luis Jiménez (ex Topo y ex Asfalto,grupos señeros del primer rock urbano español de fines de los setenta), es justo la contraria: abogan con humildad y buen humor por un enraizamiento de los temas en la realidad social, pero además, plantean ahora con más claridad un rock sencillo, directo, sin complicaciones, “rock and roll por la cara”,como dicen ellos y sus seguidores.
Hasta entonces, haciendo de la necesidad virtud, consideran su faceta de músicos como un complemento a unas vidas de barrio como las de cualquier joven. Pajarrillo es protésico de ortopedias, Luis hace portes y Rober chapuzas aquí y allá para ir tirando. Parte de la cohesión y la constancia de la banda depende de la amistad profunda que les une, y ésta se fragua y rehace cotidianamente en la “Bodega Cobela” que regenta el “BODE”.
De todas formas, todavía editan su siguiente CD con la multinacional. “No tenemos solución” (1995, BMG/RCA),grabado en los estudios Sonoland de Madrid y producido esta vez por el mismo Rosendo -que aporta además un solo de guitarra característico en “El abuelo fue picaor”-, es un disco más acabado y compacto que el anterior en la forma y el contenido. Un rock sin etiquetas se va perfilando entre los riffs de las guitarras y las estructuras de rock´n´roll sencillas y macizas. La crítica se descubre ante unos directos que se convierten en fiestas, y que les permiten vender 10.000 copias del disco a pesar de la pertinaz falta de promoción por parte de la compañía.
Dos años tardan los Porretas en ponerse de nuevo a grabar, dejando atrás una nefasta experiencia con la multinacional, y entrando en una compañía de dimensiones más modestas pero también de compromiso más decidido. “Baladas pa un sordo” (1997, Edel Music) es el disco maduro de los Porretas. La grabación, a cargo de Carlos Martos (productor habitual de Los Enemigos) en los estudios Sonoland de Madrid, reúne a muchos de los grandes del rock español que son seña de identidad del grupo: Rosendo, Julián (Siniestro Total), Fernando (Reincidentes) y hasta Raimundo Amador -que se marca unos solos blueseros en “Marijuana”- aportan su granito de arena.
Gracias a una buena promoción y sobre todo una política de carretera inagotable, los Porretas dan un salto cualitativo en ventas, llegando a las 20.000 copias. Su público se ha consolidado, y ellos le premian a su vez con actuaciones inolvidables como la del Vallekas Rock 97 y con la reedición de sus dos primeros discos.
El sexto disco de los Porretas, “Rocanrol” (1998, Edel Music), son catorce veloces temas de una media de menos de tres minutos que consagran a estos veteranos como los creadores de un sonido que sintetiza veinte años largos de rock urbano. Es el primer disco de Porretas que repite estudio y equipo de producción, en Sonoland y con Carlos Martos, lo cual indica que la banda ha encontrado una fórmula que desea explotar para lograr ese estilo cuya evolución aparentemente mínima esconde una constante depuración y corrección. Después de diez años largos de carrera, eso que los Porretas hacen tiene un nombre bien sencillo, “rocanrol”, que no “rock´n´roll” anglosajón, sino puro rock “made in Spain”, o sea, música popular eléctrica de aquí, “rocanrol y punto”.
Tras un largo año de conciertos imparables de la mano de Attraction y muchos litros de alcohol después,los Porretas están de nuevo en las ondas. En esa evolución que conecta un sonido aclamadamente actual con unos orígenes imprescindibles, los de Hortaleza recopilan ahora una historia, la de su propia genealogía. “Clásicos” (2000, Edel Music) es eso, una tanda de versiones de lo mejorcito, lo más relevante, lo más genuino de esas fuentes originarias de las que estos Porretas han sabido beber con fruición y aprovechamiento, como hacen con la “priva”. Una decena larga de momentos estelares de la música popular del mundo industrial, moderna tradición que debe ser reconocida también en España gracias a Porretas. No es este un disco de puro homenaje a sus maestros, ni tampoco un manual de la correcta interpretación del rock duro: curiosamente, es en los temas de otros cuando se hace más patente la personalidad de este grupo, la existencia de un “sello Porretas” que va más allá de la etiqueta de Mahou y los papelillos, un estilo musical genuino e inimitable.
En Marzo del 2003 porretas decide hacer un homenaje a su andadura con “El directo”, disco grabado durante un concierto en la sala Aqualung de Madrid, sala que pocos años mas tarde cerro sus puertas tras mas de 700 conciertos. Además de grabar el sonido, el grupo de Hortaleza graba su primer DVD.
Tras una larga gira de conciertos presentando el disco grabado en directo, el cuarteto entra en los estudios Garate de Guipuzcoa y en Korsakov de Vallecas durante el mes de Junio de 2005 para grabar su décimo disco llamado “Porretas”. En 2007, empiezan una de sus giras mas recordadas, ”Ni Un Paso Atrás” junto a tres grandes bandas como son Boikot, Reincidentes y Sonora. Durante esta gira, los cuatro grupos recorren toda España aporreando los instrumentos y en sus conciertos de Madrid y Bilbao graban un DVD para recordar esta gira conjunta de cuatro de los mejores grupos del rock nacional. Tras un breve descanso, porretas entra de nuevo al estudio en Abril 2008 para grabar su decimoprimer disco de su historia, “ONCE”, en los estudios Sonoland de Coslada de la mano de Haritz Harreguy. En Abril del 2009, Manolo Benítez, guitarrista del grupo “Los Freedom” y ex de grupos como “Raimundo Amador” y “Los Enemigos” entre otros muchos, entra a sustituir a Rober en el grupo para completar la gira de presentación del disco, donde Pajarillo y Bode le sustituyen como cantantes. En Noviembre del 2010, Porretas decide hacer un homenaje a toda su carrera publicando el CD y DVD de “20 y Serenos”, un largo y duro trabajo con 20 de las mejores canciones de su discografía con integrantes de otros grupos cantándolas. En este trabajo colaboran grandes artistas del rock nacional como Raimundo Amador, Rosendo, Pulpul de Ska-P, Fernando de Reincidentes, “El Drogas” de Barricada o Melendi entre otros muchos mas. Publican una nueva canción dedicada al Bar “El Quinto Pino” situado en Hortaleza en la que colaboran trabajadores de este y gente de confianza de Porretas. En esta grabación trabajan los cinco Porretas; Rober, Pajarillo, Bode, Luis y Manolo Benítez, asentado ya en el grupo como el quinto integrante. Tras 6 meses de duro trabajo, en mayo del 2011 sale a la luz el Disco y DVD, con una gran gira de presentación de este. Entre los conciertos, cabe destacar el concierto de Las Fiestas de Hortaleza, primero de la gira “20 y Serenos”, donde se pudieron ver grandes actuaciones de famosos como Juancar de Boikot o Arturo Casado, ex-campeón de Europa de los 1500 metros. El 22 de Julio de 2011 el grupo sufre el batacazo mas grande de su carrera al perder al que había sido el cantante y compositor Roberto Mira Pérez tras una larga enfermedad la que le tubo apartado casi 2 años de los escenarios. Como homenaje, Porretas dedica toda su gira del nuevo trabajo a Rober, dedicándole en todos los conciertos una de sus mejores letras “Y Aun Arde Madrid”, a la que el cuarteto le cambia la letra inicial, sustituyendo “La Elipa” por “Hortaleza y cambiando a “Risi” por “Rober”. Tras una larga gira de conciertos por toda España, el grupo presentará en febrero de 2013 su decimotercer trabajo.